Hola ¿cómo están mis Quilters y Stitchers de mesa de comedor? Yo acá, entre tardes frías, tazas de té y muchos pedacitos de tela sobre la mesa… que sí, es la del comedor. A veces hay que correr un florero, otras veces doblar el mantel, y en más de una ocasión, cruzar los dedos para que nadie pida almuerzo justo cuando ya extendí todos los bloques. La vida de Quilter con costura en el comedor.

Mis Blocks de 4 pulgadas, en la mesa del comedor
Cuando tenía mascota —un perrito dulce llamado Amir— mi miedo era que se acostara sobre el pedal de la máquina de coser. Pero no, él era tan tierno que se sentaba en el sillón y solo me miraba coser con curiosidad. Ahora el espacio es solo mío, aunque no tenga taller propio. Pongo el mat sobre la mesa de comedor cuando despejo todo, y mantengo los proyectos en bolsas ziploc. Todas las piezas de un block las corto de una vez y voy por partes.

Este era mi perrito, Amir, conmigo y mi primer proyecto de patchwork. Allá por el 2014.
Improvisar ha sido mi gran maestra, para la costura en el comedor . Me ha enseñado a que es mejor agregar dos o tres días en los que solo me dedico a cortar piezas de los proyectos que realizaré. Así, después solo voy sacando bolsitas y cosiendo sin detenerme demasiado.

En compras de encargos pasados suelo guardar mis piezas enumeradas.
También tengo mis mañas y trucos, claro. Cada pieza de cada block que corto tiene una letra del alfabeto, de una pulgada por una pulgada, que sujeto con un clip de costura. Para ahorrar, compro algodón de doble ancho y lo uso como fondo para los quilts. Guardo una caja con conos de hilo al lado de la máquina, con los neutros siempre a mano: blanco, beige, gris perla. Y siempre está mi lagartija de tela —mi “mascota” de colores— rellena con arena, vigilando desde cerca.

Detrás de las fotos de mi familia esta mi mascosta costuril y mis letras para rotular las piezas de mis blocks
Uso una mini plancha y dos bloques de madera para planchar los blocks: el peso ayuda a dejar todo bien aplanado. Me gusta cortar mis retazos en cuadrados de 1 1/2, 2 y 2 1/2 pulgadas, además de tiras de todos los anchos hasta 6 1/2. Los blancos y neutros van separados; los demás, por color, para acceder rápido a lo que necesito. Y en cada costura, me gusta usar líderes y finales para mejorar el ritmo y la precisión.
Porque sí, no tener un rincón propio puede ser incómodo a veces… pero también despierta una creatividad tremenda. Las que cosemos en la mesa de comedor sabemos adaptarnos, organizarnos y disfrutar igual. Con un mat, unas bolsitas y muchas ganas, el espacio aparece. No importa dónde pongas la máquina: siempre hay una forma de seguir creando.
Happy Quilting